Queridos navegantes: Creo que la temperatura incide negativamente en mi carácter, aunque claro, no es un problema mío en particular, creo que a todos nos afecta. De todos modos, a pesar de aclarar que mi estado de ánimo no es muy bueno debido a la climatología, debo decir que lo que voy a relatar son experiencias que he vivido y que llevo ya un tiempo reflexionando sobre ellas y que quizás en otras condiciones atmosféricas, me seguirían molestado igualmente.
El viernes que era festivo aproveche para llevar a las niñas y a mi otro sobrino, Pablo, de 14 años, a ver la película “Batman, el caballero oscuro”. Entiendo que es una película no recomendada para menores de 13 años (las niñas tienen 7 y 6 años….), pero que ocurre, ellas, quizás influenciadas por Pablo, son seguidoras del super-heroe murciélago. El caso es que la película dura la nada desdeñable cifra de 2 horas y media (larga, muy larga) y pensé que igual me iban a dar mucha lata y que no iban a aguantar. Para mi sorpresa, se portaron estupendamente, quizás mejor que algunos “adultos”. También pensé que a lo mejor iba a tener problemas por la edad de las niñas, cosa que no ocurrió en ningún momento, y como era lógico, a esa sesión (19 horas) no eran las únicas “menores” que había en la sala (Batman tiene mucho tirón entre la infancia….) El caso es que había un niño bastante más pequeño que Bárbara y Lucia, debía tener unos 3 ó 4 años. El niño de vez en cuanto, le preguntaba algo a sus padres (como es lógico) aunque debo reconocer que tampoco molesto tanto. Pues el caso es que un adolescente de unos 18 años, en uno de esos comentarios de aquel niño soltó: “que se calle ya el niño de los cojones”….Entiendo que fastidia mucho que vayas al cine y no te dejen oír la película, pero este no era el caso, se lo puedo asegurar. Todas las criaturas/niños que estaban en la sala, se comportaron aceptablemente bien. Y otra de las reflexiones que hago es que si el “adulto” en cuestión quería ver la película tranquilo ¿Por qué no fue a la siguiente sesión a las 10 de la noche, en la que, seguramente, la presencia infantil fuera minima o incluso nula?....El caso es que me dieron ideas de decirle en voz alta: “Espero que dentro de 20 años, cuando estés tu en el cine con tus hijos, tengas la misma consideración hacia el resto de los espectadores que la que tú exiges en este momento?”
Pero queridos navegantes, creo que esa pregunta que me rondo durante un rato en la cabeza y que no le hice es el quid de la cuestión. En esencia, el problema es que nadie nos ponemos en la piel del contrario, y por supuesto, nunca pensamos en los demás.
Trabajo en un edificio de oficinas en un barrio cercano al mío. El aparcamiento es algo complicado, ya que esta cerca el palacio de justicia. El caso es que en el trozo de calle donde esta el edificio no han habilitado una zona para aparcar motos. Como la acera es bastante ancha, los motoristas aprochevamos esto para dejar nuestras motos en la acera. Claro, en un edificio de oficinas es lógico que hayan varias personas que utilicen la moto como medio de transporte, y que intenten aparcar en la acera justo delante de la portería de la oficina. Pues bien, tengo dos “vecinos” motoristas que cuando llegan ellos primero, ponen sus motos de tal forma que en el espacio donde cabrían 2 ó 3 motos, lo ocupan enteramente ellos para la suya. Es como si pensarán “no vaya a ser que me la vayan a rallar o tirar al suelo” ó simplemente “como he llegado yo el primero, la aparco como quiero, y el que venga más tarde que se joda”. Esta actitud me enferma, porque no le veo un beneficio a su conducta, simplemente veo daño al próximo, y además, daño gratuito y sin ningún motivo aparente. Eso mismo ocurre con los coches, en una calle, hay espacio para aparcar 2 coches, y no te preocupes, que siempre llegara el “listo” de turno que aparcara justo en medio de los dos huecos, no dejando el suficiente espacio para otro coche ni delante ni detrás….así claro, luego no tendrá que hacer maniobra para sacar el vehículo del estacionamiento…..
Otra actitud muy “cívica” que he observado últimamente es que la gente tiene la costumbre de pararse a charlar en los sitios donde más pueden estorbar al viandante. En los pasos de cebra estrechos, en las entradas y salidas de porterías o locales comerciales…y encima todavía tu con toda tu educación y amabilidad les dices “¿me permite pasar, por favor?” y te miran como si les hubieras ultrajado. Claro que cuando es al revés, el empujón que te pegan es de aupa…….
Pero quizás el colmo de estos días en conducta cívica es la playa. Les voy a poner un bonito ejemplo de familia española que se va a la playa. Los abuelos que como todo el mundo sabe, madrugan, se marchan a primera hora a la playa. En cuanto lleguan, ambos abuelo y abuela empiezan a acordonar una zona cercana a la orilla (lógicamente) y con espacio para construir un estadio de futbol, porque claro, para eso ellos han madrugado. Entiendo que necesiten espacio, ya que la familia se compone de los abuelos, los padres y tres niños, el benjamín, el mediano y la niña mayor. Ponen una especie de tenderete para tener sombra por todas partes. Cuando llega el resto de la familia hacen el despliegue de medios. Sillas, tumbonas, mesa para comer, 3 neveras de playa, colchoneta hinchable para el niño, cubos, palas y demás artilugios para la construcción del castillo de arena. Por supuesto, dentro de su perímetro deben caber las sillas abiertas, las tumbonas perfectamente estiradas, la mesa, las neveras y espacio para que TODOS los miembros de la familia pongan una toalla y/o esterilla para tomar el sol. Y también hay que dejar suficiente espacio para que conforme vaya cambiando la posición del sol, todos estos elementos se puedan girar como girasoles…..Ah! y lo más importante, el castillo de arena se hará en la orilla fuera del perímetro, si se traen las palas para jugar, por supuesto, fuera de su perímetro….y claro, las batallas de arena se harán al ladito de ese chaval que va con dos niñas y que tan solo lleva una pequeña mochila con 2 toallas para las niñas, una esterilla grande donde se sientan los 3 y poco más……Claro que alguien al leer esto último pensara al igual que yo pensé en el cine, que porque no voy a las 10 de la noche a la playa…..y posiblemente tenga razón, pero créanme si les digo que yo intento ser una persona tolerante, pero no me gusta el abuso por el abuso….. yo lo hago y el que venga detrás que se fastidie….Me parece muy respetable el que los abuelos se peguen el madrugon para coger sitio, pero veras, no cojas toda la playa para ti, se razonable.
Una vez tuve una fuerte discusión con mi hermano Fernando, ya que estaba en la calle subido a una moto de alguien y le dije que si la moto fuera mía no me gustaría encontrarme a un desconocido encima. En pocas palabras me dijo que pasaba de mi, con lo que yo le pregunte “¿ a ti te gustarla encontrarte a alguien subido a tu moto? “ y entonces él me contestó: “si yo viera a alguien en mi moto, le daría una ostia” Después de aquella contestación intente razonar con él porque yo no entendía su pensamiento: lo de los demás me importa una mierda, lo mío, que lo respeten….
Siempre he pensado que no puedes pedir lo que tú no das, pero parece ser que en estos tiempos y en esta sociedad, hasta eso, ha pasado de moda. En fin, espero que cuando bajen algo las temperaturas lleve mejor este nuevo orden “civico”……
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