sábado, 4 de junio de 2011

La camisa(II)

Simplemente queria puntualizar que el relato del principe es una adaptación de un cuento de León Tolstoi, dicha adaptación es sobre mi recuerdo donde escuche a mi profesor contar dicho cuento.

La camisa

"......Cuenta la leyenda que hace muchos años, en un lejano país, vivía un joven principe que regia los destinos de los subditos de aquel país. Estaba rodeado de toda clase de lujos, vivia en un precioso palacio, en los jardines tenia una explendida colección de los más diversos ejemplares de la flora y fauna de aquel país. Su harem estaba repleto de hermosisimas mujeres y sus tesoros eran la envidia de otros soberanos de otros paises. Aquel principe también tenía un grupo de ministros que le asesoraban sobre los diversos asuntos de su reino, asi como un grupo de sabios que el instruian en las más diversas materias. Su biblioteca era un conjunto de sabiduría universal de la cual él hacía uso. Dice la leyenda que aquel principe no estaba satisfecho, que a pesar de todas aquellas cosas que le rodeaban, no terminaba de sentirme bien consigo mismo. Cierto día convoco a sus ministros y hombres sabios para que le dijeran como podria llegar a su equilibrio y sentirse plenamente realizado. Todos aquellos murmuraron y no supieron darle una respuesta al principe, excepto uno de aquellos sabios, un hombre viejo que le dijo: "Majestad, sobro entrareis la verdad cuando busqueis a un hombre féliz y le pidais su camisa" Aquel principe mando emisarios por todos los confines de su reino buscando a un hombre féliz, pero su busqueda no dió resultado. Desesperado, decidió él mismo buscar personalmente a aquel hombre. De un lugar a otro de su reino fue recorriendo y se dió cuenta que en su reino los más poderosos, ocupados en atesorar cada día más riquezas, no eran felices, y que los menos afortunados, los más pobres, demasiado ocupados estaban en sobrevivir que no tenian tiempo de ser felices. Cierto día llego a una humilde aldea donde pregunto a los lugareños si conocian a un hombre féliz. Con gran sorpresa le dijeron que en las montañas, en una cueva vivia un anacoreta que era conocido en el lugar por ser un hombre féliz. Aquel principe salió rapidamente en su busca, llego a la cueva, y encontro a aquel anacoreta sentado y meditando. El anacoreta llevaba una especie de sábana que cubria su cuerpo. El principe le pregunto si era un hombre féliz, y el anacoreta respondió afirmativamente, y entonces el principe le pidio si le podía dar su camisa. El anacoreta se levanto, se quito la sábana que cubria su cuerpo y para sorpresa del principe se dió cuenta de que aquel hombre no tenia camisa............"

Esta leyenda que acabo de contarles se la escuche a un profesor en el colegio hace muchisimos años y hoy de repente me ha venido a la cabeza. No conozco el autor, pero recuerdo el impacto que me causo aquella primera vez que la escuche. Es curioso que hoy me venga a la cabeza, pero tiene mucho sentido: Llevo una temporada preocupado por diversos problemas, de indole laboral (la crisis....aunque les pido perdón, ya dije que no iba a seguir hablando del tema) cada día trabajo más, gano menos dinero y encima tengo complicaciones que a veces me hunden y que me dejan algo alicaido. Si a eso le sumas la terrible situación familiar que me acompaña desde finales del año pasado, pues mi estado anímico no es el mejor. Debo reconocer que no todo es malo, que he encontrado también en estos meses el amor, el amor de verdad, y eso es lo que me da fuerzas para seguir luchando. Ayer mi pareja me contó algo que me hizo pensar en mis problemas y de repente me senti la persona más estúpida del mundo, me paso la vida lamentandome de mis preocupaciones y dejo escapar lo que de verdad importa. Ayer "M" me dió una lección de humildad que jamás olvidaré, y que ha hecho que hoy vea las cosas de otra manera.

No conozco como acaba la historia de aquel principe, y sería pretencioso por mi parte compararme a él, pero de alguna manera "M" me enseño ayer que no tenia camisa......