miércoles, 5 de diciembre de 2007

Tacto, crueldad y torpedos

Queridos navegantes:

Ante todo, disculpas por mi larga ausencia, pero debido a ciertos problemas laborales (y económicos, porque no decirlo también, todavia no me acostumbro al cambio de moneda de Vulcano a Euros), tengo mi tiempo muy contado….y además, en mi casa particular no dispongo todavía de conexión a internet, con lo cual, en mis escasos ratos de ocio, tampoco los puedo aprovechar para navegar por este “universo”.
Transcurría el verano de 1980 y en aquel tiempo, como mi padre no tenia vacaciones, nos trasladamos toda la familia a un camping cercano a nuestra ciudad, a lado de la playa. La idea ahora se me antoja algo “cutre”, pero en aquellos días era las únicas vacaciones que nos podíamos permitir. Y además, compartíamos la experiencia con dos familias amigas. Mi madre estaba embarazada de mi hermana Tatiana. Era el segundo año que repetíamos la experiencia, el año anterior fue todo un éxito, a pesar del fuerte ataque de asma que me dio al segundo día de estancia.
Ese año, además, teníamos el aliciente de que mi padre, junto con los padres de las otras dos familias amigas, habían comprado una lancha de recreo; en principio para ir a pescar y los domingos dar una vuelta por el mar. La realidad fue bien distinta, mi padre trabajo para poner a punto aquel motor fuera borda, y las dos familias se paseaban constantemente. Recuerdo cierta mañana que madrugue, había estado estudiando (me habían cateado 3 asignaturas de séptimo de E.G.B.) y después de desayunar, me fui a la playa. Allí me encontré a las dos familias “amigas” haciendo los preparativos para una travesía marítima. En mi inocencia de niño, pensé: “estoy yo solo, sin mis hermanos, si les ayudo a embarcar, quizás me inviten a la travesía”. Y así lo hice, les ayude a embarcar, y cuando estaban todos en la lancha y yo en la playa, con el agua por el pecho más o menos, pusieron el motor en marcha y se despidieron de mi, saludandome con la mano.
Aun con la perspectiva del tiempo, me parece aquello de una crueldad excesiva y fuera de lugar. Durante estos años he tenido experiencias similares o quizás más crueles, y todavía me siento como aquel día, en el agua del mar, viendo como aquella lancha se alejaba y toda esa gente me saludaba con la mano. Prefiero una excusa tonta que un acto así, una excusa del tipo “somos muchos y llevamos sobrepeso” por ejemplo. En estos años, compañeros de trabajo que no me han invitado a sus fiestas, supuestos amigos que no han contado conmigo para fiestas o ciertos asuntos….y así hasta un sinfín de innumerables episodios en los que cuando me he enterado, siempre me ha venido a la cabeza el episodio de la lancha.

Pensé que quizás con los años superaría aquello, pero hace unos días, volví a vivir un episodio de esos, delante de mis narices se hacia una invitación...bueno, no quiero hablar de ello..….y llevo un par de días imaginando en mi cabeza ser el capitán de un submarino U-boot alemán, mirar por el periscopio y dar la orden: “Torpedo uno”…y ver saltar en mil pedazos a aquella lancha azul.

Pd.: Aclarar ante todo que soy pacifista, que no creo en las armas, y que yo seria incapaz de hacer nada parecido a lo que acabo de relatar…… Además, yo no se hablar alemán, ¿como narices iban a entenderme?...Haz el amor y no la guerra. Saludos, Larga y próspera vida.

5 comentarios:

JuanMa dijo...

Haga usted el amor todo lo que pueda, pero por lo demás déjese de romanticismos y lance el torpedo. Yo le indico:

TORPEDO NUMMER EINS, FEUER!

Ya me contará, si quiere su anécdota y, si es necesario, lance usted otro, simplemente cambie EINS por ZWEI.

El vulcano dijo...

De la anécdota, mejor ni hablar
....en cuanto a los torpedos, ya tengo uno en la recamara...gracias como siempre, no se que haria sin Vd. Danke. (esta palabra, junto con Volkswagen es mi único alemán)

Anónimo dijo...

QUÉ ESPERAS !!!!!! ?????
LANZALO !!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Definitivamente muchas de las veces tooodos queremos ser ese capitan y hacer explotar no sólo esas pequeñas lanchas, sino a veces, mundos completos.
"Dejad que los perros ladren, es señal de que estais avanzando"

El vulcano dijo...

Luis: Ante todo, gracias por tu paciencia, quizás tarde algo en contestar, pero aqui estoy. En muchas ocasiones la gente no creo que lo haga con una malicia predeterminada, pero en otras....Un abrazo.