No recuerdo muy bien los juguetes que estrene el día de reyes de 1974, pero imagino que serian coches, coches, muchos coches. Si que recuerdo un Mercedes W111 teledirigido, con los faros escamoteables, que se accionaban con una palanca dentro del salpicadero. Los coches, desde muy pequeño, han sido siempre mi pasión, por cierto, alimentada por mi padre. Mi padre trabajaba en su propio taller de coches, por lo que en mi casa, el automovilismo ha estado siempre muy presente.
El barrio de San Gabriel en aquella época era más que un barrio, era un pueblo. Y no solo por la forma de vida, incluso en su estructura física, era como un pueblo. Por el norte, aislado de la ciudad por una rambla natural llamada de forma coloquial, “el barranco de las ovejas”, y rodeado de campo al sur y oeste, y por el este, el mar; la única vía de comunicación era la “carretera de Elche” que estaba entre el barrio y el mar; y para darle todavía más sensación de aislamiento, al otro lado de la rambla, entre la ciudad y ésta, estaba la fábrica de la “Cros”, una fábrica de fertilizantes y abonos, bastante grande. Nuestro edificio estaba justo delante de la rambla, enfrente de la fábrica. Como aquí en esta zona, las lluvias son muy escasas, en esa rambla, se había instalado un campo de fútbol, donde se jugaban partidos los sábados y domingos, pero que entre semana, era territorio de nosotros, los niños del barrio. A veces pasaba algún pastor con un rebaño de ovejas, de ahí el nombre. Lo cierto y verdad es que cuando llovía seguido durante unos días, aquella rambla se llenaba de agua, el campo quedaba anegado y daba la impresión que vivías en la orilla de un caudaloso río.
El colegio público estaba calle arriba, en la plaza principal y pegado literalmente hablando, a la iglesia. Don Vicente, el párroco, era un hombre grande, algo mayor y muy alto. Mi padre lo conocía porque antes había sido el párroco de un amigo de mi padre en otro barrio de la ciudad, y como mi padre decía, era de los “de la vieja escuela”. Recuerdo que un domingo, en su homilía, se puso a criticar a una vecina que estando todavía soltera, se había quedado embarazada. También recuerdo que una tarde, se presentó en clase, la profesora le cedió su asiento, y empezamos todos a rezar algo yo no entendía muy bien que era, y que siempre parecía que repetíamos lo mismo una y otra vez, ahora de mayor ya se que estábamos rezando el santo rosario. En esos primeros meses del año, ya que estábamos huérfanos de profesora, nos toco quedarnos en la clase de 4º de E.G.B.(Educación General Básica), con niños y niñas de 9 a 10 años, que a nosotros, nos parecían hombretones y mujeronas hechos y derechos. No recuerdo muy bien el nombre de la profesora, era una señora algo mayor, algo rellenita, y que al entrar, teníamos que esperar de pie, y cuando ella entraba, nos poníamos a rezar. Sus rezos duraban aproximadamente como tres cuartos de hora, y donde ella parecía entrar en trance como una médium. Hablaba de política, del Generalísimo que Dios guardara muchos años, de lo que habría que hacerle a los sinvergüenzas de los terroristas….., y así durante un buen rato…. Lo bueno de todo esto, era que entre que terminaban los rezos y te ponías a trabajar, enseguida sonaba la sirena para salir al recreo. Como yo era muy bajito y estaba muy delgadito, tenia que sentarme delante, en primera fila, porque si no, me era imposible ver la pizarra. A aquella profesora le llamaba mucho la atención, y siempre al entrar, antes de empezar sus “rezos” me pasaba la mano por mi cabeza, sonriéndome y diciéndome “ay, que rubiales que somos” …..(en aquellos tiempos, era bastante rubio, con los años, cambie a castaño claro).
Se acercaba el día del padre y mi madre me compró una postal donde salía un niño vestido con un mono de trabajo y con la cara manchada de grasa, subido en la aleta delantera de un Citroen 2 CV haciendo como que estaba reparando el motor. Mi madre me hizo que le pusiera detrás, con aquellas primeras letras que ya escribía: “felicidades papá”. Aquella postal estuvo en el tablón de anuncios que tenia mi padre en su taller hasta el día que lo cerró, en 1989 (Incluso es posible, que si busco por todos los papeles de mi padre, quizás la encuentre…). El día del padre, 19 de marzo, era un día especial, aparte de celebrarlo por mi padre, también era el santo de mi padre, mi madre, mi abuelo y yo. Casi siempre nos íbamos a comer a algún restaurante y nos acompañaban mi tío Carlos (hermano de mi padre) con su mujer y mi abuela Concha (la madre de mi padre). Siempre había tensiones y mosqueos en casa, mi madre parecía estar molesta con estas visitas, había algo entre mi madre y ellos que no funcionaba, y que yo tarde algunos años en darme cuenta. En cualquier caso, a mis 6 años me daba alegría de ver a mi abuela, a mi tío Carlos y a su mujer, Helen.
En aquella época veía mucho la televisión y no solo los programas infantiles, sino también el teatro, me gustaba mucho, aunque reconozco a veces no entendía muchas cosas. Recuerdo en especial, al actor Jose Mª Rodero, nuestro particular “Laurence Oliver” interpretando obras de Shakespeare. Recuerdo “El mercader de Venecia” se me quedaron muy grabadas esas palabras que decían “…media libra de carne de al lado del corazón….” Los sábados al mediodía ponían los dibujos de la pantera rosa, claro que en nuestro televisor la veíamos de color gris, y después, casi siempre ponían películas del oeste o de Tarzán (las antiguas, las de Johnny Weissmuller).
El barrio de San Gabriel en aquella época era más que un barrio, era un pueblo. Y no solo por la forma de vida, incluso en su estructura física, era como un pueblo. Por el norte, aislado de la ciudad por una rambla natural llamada de forma coloquial, “el barranco de las ovejas”, y rodeado de campo al sur y oeste, y por el este, el mar; la única vía de comunicación era la “carretera de Elche” que estaba entre el barrio y el mar; y para darle todavía más sensación de aislamiento, al otro lado de la rambla, entre la ciudad y ésta, estaba la fábrica de la “Cros”, una fábrica de fertilizantes y abonos, bastante grande. Nuestro edificio estaba justo delante de la rambla, enfrente de la fábrica. Como aquí en esta zona, las lluvias son muy escasas, en esa rambla, se había instalado un campo de fútbol, donde se jugaban partidos los sábados y domingos, pero que entre semana, era territorio de nosotros, los niños del barrio. A veces pasaba algún pastor con un rebaño de ovejas, de ahí el nombre. Lo cierto y verdad es que cuando llovía seguido durante unos días, aquella rambla se llenaba de agua, el campo quedaba anegado y daba la impresión que vivías en la orilla de un caudaloso río.
El colegio público estaba calle arriba, en la plaza principal y pegado literalmente hablando, a la iglesia. Don Vicente, el párroco, era un hombre grande, algo mayor y muy alto. Mi padre lo conocía porque antes había sido el párroco de un amigo de mi padre en otro barrio de la ciudad, y como mi padre decía, era de los “de la vieja escuela”. Recuerdo que un domingo, en su homilía, se puso a criticar a una vecina que estando todavía soltera, se había quedado embarazada. También recuerdo que una tarde, se presentó en clase, la profesora le cedió su asiento, y empezamos todos a rezar algo yo no entendía muy bien que era, y que siempre parecía que repetíamos lo mismo una y otra vez, ahora de mayor ya se que estábamos rezando el santo rosario. En esos primeros meses del año, ya que estábamos huérfanos de profesora, nos toco quedarnos en la clase de 4º de E.G.B.(Educación General Básica), con niños y niñas de 9 a 10 años, que a nosotros, nos parecían hombretones y mujeronas hechos y derechos. No recuerdo muy bien el nombre de la profesora, era una señora algo mayor, algo rellenita, y que al entrar, teníamos que esperar de pie, y cuando ella entraba, nos poníamos a rezar. Sus rezos duraban aproximadamente como tres cuartos de hora, y donde ella parecía entrar en trance como una médium. Hablaba de política, del Generalísimo que Dios guardara muchos años, de lo que habría que hacerle a los sinvergüenzas de los terroristas….., y así durante un buen rato…. Lo bueno de todo esto, era que entre que terminaban los rezos y te ponías a trabajar, enseguida sonaba la sirena para salir al recreo. Como yo era muy bajito y estaba muy delgadito, tenia que sentarme delante, en primera fila, porque si no, me era imposible ver la pizarra. A aquella profesora le llamaba mucho la atención, y siempre al entrar, antes de empezar sus “rezos” me pasaba la mano por mi cabeza, sonriéndome y diciéndome “ay, que rubiales que somos” …..(en aquellos tiempos, era bastante rubio, con los años, cambie a castaño claro).
Se acercaba el día del padre y mi madre me compró una postal donde salía un niño vestido con un mono de trabajo y con la cara manchada de grasa, subido en la aleta delantera de un Citroen 2 CV haciendo como que estaba reparando el motor. Mi madre me hizo que le pusiera detrás, con aquellas primeras letras que ya escribía: “felicidades papá”. Aquella postal estuvo en el tablón de anuncios que tenia mi padre en su taller hasta el día que lo cerró, en 1989 (Incluso es posible, que si busco por todos los papeles de mi padre, quizás la encuentre…). El día del padre, 19 de marzo, era un día especial, aparte de celebrarlo por mi padre, también era el santo de mi padre, mi madre, mi abuelo y yo. Casi siempre nos íbamos a comer a algún restaurante y nos acompañaban mi tío Carlos (hermano de mi padre) con su mujer y mi abuela Concha (la madre de mi padre). Siempre había tensiones y mosqueos en casa, mi madre parecía estar molesta con estas visitas, había algo entre mi madre y ellos que no funcionaba, y que yo tarde algunos años en darme cuenta. En cualquier caso, a mis 6 años me daba alegría de ver a mi abuela, a mi tío Carlos y a su mujer, Helen.
En aquella época veía mucho la televisión y no solo los programas infantiles, sino también el teatro, me gustaba mucho, aunque reconozco a veces no entendía muchas cosas. Recuerdo en especial, al actor Jose Mª Rodero, nuestro particular “Laurence Oliver” interpretando obras de Shakespeare. Recuerdo “El mercader de Venecia” se me quedaron muy grabadas esas palabras que decían “…media libra de carne de al lado del corazón….” Los sábados al mediodía ponían los dibujos de la pantera rosa, claro que en nuestro televisor la veíamos de color gris, y después, casi siempre ponían películas del oeste o de Tarzán (las antiguas, las de Johnny Weissmuller).
es la de la derecha.
Pero a mi, lo que más me gustaba eran los domingos por la noche, cuando hacían la serie policíaca “El comisario Mcmillan y su esposa” (el título original era “Mcmillan & wife”) interpretado por Susan Saint James y Rock Hudson. Me encantaba esa serie, quizás por los comentarios sarcásticos de Mildred, la sirvienta, por el MG TD que tenia la Sra. Mcmillan…. El caso es que ahí empezó mi admiración por Rock Hudson (me encantan aquellas viejas películas que hizo en los 60 con Doris Day….).
Unos días después de mi santo, una noche mi padre tardaba mucho en llegar a casa, y después de mucho esperar, mi madre me mando acostar. Al poco tiempo de estar en la cama, oí la puerta, oí a mis padres hablar y como se acercaban a mi habitación, encendieron la luz y mi padre entró con una preciosa bicicleta……
Pero a mi, lo que más me gustaba eran los domingos por la noche, cuando hacían la serie policíaca “El comisario Mcmillan y su esposa” (el título original era “Mcmillan & wife”) interpretado por Susan Saint James y Rock Hudson. Me encantaba esa serie, quizás por los comentarios sarcásticos de Mildred, la sirvienta, por el MG TD que tenia la Sra. Mcmillan…. El caso es que ahí empezó mi admiración por Rock Hudson (me encantan aquellas viejas películas que hizo en los 60 con Doris Day….).
Unos días después de mi santo, una noche mi padre tardaba mucho en llegar a casa, y después de mucho esperar, mi madre me mando acostar. Al poco tiempo de estar en la cama, oí la puerta, oí a mis padres hablar y como se acercaban a mi habitación, encendieron la luz y mi padre entró con una preciosa bicicleta……
10 comentarios:
yo siempre iba con "guantes de seda", aunque creo que es un poco más joven que las series de domingo que tú citas.
Qué lindos recuerdos, me encanta leerte y recordar contigo tiempos pasados.
Besotessssssssssssssss
Qué lindo tu post. Y muy bueno el blog.
Versatil: He visto tantas series, tantos programas...es curioso que parte de nuestros recuerdos pasen por la televisión. Saludos.
Patri: Un placer viajar al pasado en tu compañia. Saludos.
Incondicional: Gracias, me siento feliz (por lo de la vanidad, ya sabe...) Saludos.
¡Tiempos aquellos! Menos mal que Dios no le hizo mucho caso a la profesora.
Publicado hoy en La Nacion, uno de los diarios mas importantes de Argentina. Ojala te sirva.
Los trekkers , esa legión incondicional que suma nuevos adeptos a un fenómeno de cuatro décadas de vida, pueden quedarse tranquilos porque ya saben que el año que viene tendrán el regalo ideal para Navidad. Con ese cuidado por la precisión en el largo plazo que caracteriza a Hollywood, ya está confirmado para el 25 de diciembre de 2008 el estreno mundial del undécimo film de Viaje a las estrellas.
Para esa fecha habrán pasado más de 42 años del primer episodio de la serie de TV original, que inició las aventuras del Enterprise, a cuya tripulación se le encomienda -en un futuro impreciso- la "continua misión de explorar nuevos mundos y buscar nuevas civilizaciones, viajando a donde jamás haya llegado el ser humano".
La creación de Gene Roddenberry, fallecido en 1991, se revitalizó el último fin de semana en Los Angeles, cuando miles de trekkers se congregaron en la convención Comic-Con, espacio de atracción conjunta entre la historieta, las series de TV y el cine, para ser testigos del encuentro entre la historia y el futuro. Allí, Leonard Nimoy, el histórico señor Spock de la serie en su nacimiento, anunció que tomará parte con un pequeño papel de la película número 11, en compañía del joven Zachary Quinto, que interpretará en el próximo film al personaje de orejas puntiagudas nacido en el planeta Vulcano.
Los fans no pudieron ir más allá de estas precisiones, ya que el director J. J. Abrams -el talentoso creador de Lost - no quiso dar demasiados detalles sobre el regreso de Viaje a las estrellas al cine. Sólo se sabe que la trama nos llevará a un tiempo anterior al de los hechos narrados en La ira de Khan , segundo largometraje inspirado en la serie, realizado en 1982 con el elenco original encabezado por William Shatner (capitán Kirk), Nimoy y el desaparecido DeForest Kelley, como el doctor McCoy.
"La gente me pregunta por qué voy a hacer esta película y creo que la respuesta es obvia... Hay un gran director, un extraordinario guión y un maravilloso joven actor para personificar a Spock. Por lo tanto... todo esto es lógico", dijo Nimoy, que a los 76 años todavía es identificado de inmediato con el papel que le dio reconocimiento mundial y que en la película retomará Quinto, popular entre los televidentes por su papel de Sylar en la serie Héroes .
Quienes quisieron saber algo más sobre el posible elenco de este film se encontraron con el mismo hermetismo que rodea a la trama, que estará a cargo de Alex Kurtzman y el mexicano Roberto Orci, quienes ya trabajaron con Abrams en Misión Imposible III y escribieron el guión de Transformers .
Sólo se sabe que día tras día se acrecientan las posibilidades sobre la posibilidad de que Shatner haga reaparecer a Kirk desde el momento en que Abrams reconoció públicamente en la convención que hará todo lo posible para lograrlo. "Lo único que puedo decir es que el personaje estará en la película", señaló Abrams en abril último a la revista Star Trek , publicación oficial de Viaje a las estrellas en Estados Unidos.
En los últimos años se había especulado poco sobre el regreso a la pantalla grande de la obra de ciencia ficción más perdurable del cine y la TV, debido a los magros resultados económicos del décimo largometraje, Viaje a las estrellas: Némesis (2003), que resultó la cuarta y última aventura del elenco de la versión Next Generation , uno de los muchos desprendimientos de la serie original. La película costó en 2002 unos 60 millones de dólares y apenas cosechó siete millones por encima de esa cifra en recaudaciones.
Los trekkers argentinos, que llegaron a movilizarse en su momento para lograr que se estrenara en los cines alguno de los largometrajes, debieron resignarse a que Nemesis saliera directamente en video. Hoy, mientras se conforman con los capítulos repetidos de Voyager y Deep Space Nine por la señal Universal, aguardan como sus pares de todo el mundo un regreso a lo grande del Enterprise.
http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/espectaculos/nota.asp?nota_id=931120&pid=2970620&toi=5351
Querido Fabian: Realmente "fascinante", desconocia la noticia totalmente. Me considero un trekke, pero tampoco exagerado, no voy a congresos ni estoy en ningún foro. También me reconozco fan de la serie original y de las películas protagonizadas por los personajes de ésta; y en especial, me considero "fan" del personaje Spok. De verdad, le estoy muy agradecido por la información, y nada, a esperar ansioso el estreno a finales del 2.008. (le hare una confiesión, ahora mismo voy a buscar fotos de "Zachary Quinto", necesito ver la cara del "nuevo Spok") Larga y próspera vida.
Yo quiero que me teletransporten a un sitio que haga menos calor. Mi móvil es muy parecido a los aparatitos esos que usaban en la serie, tiene hasta tapa y todo, pero no sé qué número hay que marcar. Mire a ver si usted, como Vulcano, me echa una mano. Aunque le tenga que enviar una solicitud por escrito al Ministerio de Transportes de Vulcano. Por cierto, en Vulcano ¿ganó el PSOV ó el PPV?
Garfio: En Vulcano, como es lógico, no tenemos partidos políticos. Todos sabemos lo que tenemos que hacer, creo que aqui en la Tierra a eso le llaman vds. "anarquismo". Larga y próspera vida.
Mi sincera enhorabuena! Me encanta la forma que tienes de contarnos tus vivencias de la infancia y tus recuerdos.
En vez de al "Cuéntame" me voy a enganchar a estos posts tuyos, jeje!
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