1979 (II) El regreso del Santo

La política en aquellos días de primavera de 1979 seguía acaparando el interés general, incluso el mío, un niño de 11 años. Y es que creo que todos, incluso los niños, de alguna manera fuimos participes de lo que se llamó después “la transición”. Adolfo Suárez, con su partido la UCD, había vuelto a ganar las segundas elecciones generales convocadas para el 1 de marzo de aquel año y a primeros de abril, se celebrarían las primeras elecciones municipales de la democracia. Aquellas elecciones las gano claramente el PSOE, consiguiendo las alcaldías de las principales ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia…..y en Alicante, también ellos se llevaron el gato al agua. A partir de aquellas elecciones, nuestro alcalde sería el socialista José Luis Lassaleta. Sin duda las elecciones municipales marcaron el comienzo del declive de Adolfo Suárez……Pero no solo en España había elecciones y cambios, en el Reino Unido, ganaba las elecciones la candidata del partido conservador, Margaret Thatcher, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo de primer ministro. La “dama de hierro” enseguida enseño sus uñas con los problemas de los obreros de las industrias británicas en huelga….la verdad es que el mote le venia que ni pintado…..

En aquella primavera en televisión empezaron a poner una serie británica continuación de la mítica serie de los 60 protagonizada por Roger Moore “El Santo”. En esta nueva serie, el personaje de Simon Templar lo protagonizaba el actor Ian Ogilvy. Recuerdo de la televisión de aquellos días como empezaron a hacer series españolas de muy buena calidad, como “La saga de los Rius” y “La Barraca” esta ultima basada en la novela de Vicente Blasco Ibáñez. Pero también recuerdo otra serie extranjera que tuvo mucho éxito: “Con 8 basta” que hablaba de una familia que tenia 8 hijos. Y para terminar, la serie que más me impacto fue Holocausto, que hablaba de una familia de judíos durante la segunda guerra mundial…..todavía hoy en día, a mis 42 años, me cuesta creer que el ser humano cometa tales atrocidades…..

Yo regrese al colegio a mediados de marzo, que aparentemente parecía que el frío nos había dejado y empezaba la primavera, y como no, mi salud empezaba a mejorar después de un duro invierno. Como ya no podía quedarme al comedor debido a mi estricto régimen alimenticio, mis padres pensaron que mi hermano Fernando tampoco debería de quedarse y como yo tenia que volver a casa a comer, pensaron que los dos deberíamos de volver juntos. Recuerdo que cuando regrese al colegio, fui una especie de bicho raro, que todos me miraban y cuchicheaban, y algunos, los más atrevidos, directamente me preguntaban sobre mi enfermedad. Hay que tener en cuenta que yo había empezado era nuevo en ese colegio ese año. Mi madre cometió el terrible error de decir en el colegio que no hiciera gimnasia, porque pensó que no debía de esforzarme después del invierno tan malo que había pasado. Un tiempo después, el doctor Niveiro fue quien la convenció de que era muy aconsejable que yo hiciera deporte, de todos modos el daño ya estaba hecho, aunque no venia de esos días, sino de tiempo atrás, ya que mis padres hasta entonces me habían tenido muy apartado del deporte. Mi padre en aquel tiempo seguía con su afición a la pesca, y recuerdo que un sábado por la mañana me fui con él a hacer todos los papeleos y cosas que hacia los sábados por la mañana. Lo primero fue como siempre, ir a ver a mi abuela…..después pasar por el Banco Central a ver a mi tío…..siempre el mismo ritual. Ese sábado después de hacer un par de gestiones más, nos fuimos a ver a Antonio Murcia, un amigo y compañero de “pesquera” de mi padre. Antonio en aquellos días trabajaba de recepcionista en el taller del servicio oficial de Chrysler España. Recuerdo aquel taller oficial nuevo, tan limpio y los novísimos Chrysler 150, recién salidos al mercado. En el taller a mi padre las cosas empezaban a no irle tan bien como antes y empezó a tener ciertas dificultades para llegar a fin de mes. En junio fueron los exámenes finales y el final de curso. Increíblemente para lo poco que había ido al colegio, conseguí aprobarlo todo, eso si, con unos aprobados muy pelados. Recuerdo las hogueras de aquel 1979, ya con nuestro nuevo alcalde, y mientras entre petardo y petardo, lo que más recuerdo de aquellos días fue la firma del tratado de desarme SALT II firmado por el presidente Carter y Brezhnev. En esas hogueras, unos amigos de mis padres les comentaron que ellos, al igual que mi padre, por motivos de trabajo, no tenían vacaciones, pero que se iban a un camping en La Albufereta, a unos 2/3 kilómetros de Alicante, montaban la tienda de campaña o roulotte en la parcela y allí pasaban los meses de verano. La verdad es que aquello era muy buena idea, mi padre podría bajar todos los días a trabajar, nosotros estaríamos todo el día en la playa y en contacto con la naturaleza y a un precio más que razonable. Mi padre se puso manos a la obra y en una semana compro una macro tienda de campaña de segunda mano y a primeros de julio nos trasladamos con la ayuda de nuestros amigos al Camping Bahía…..

Ya instalados en el camping recuerdo que lo que me preocupaba era que si la estación espacial Skylab caía en el camping y que ni tan siquiera John Wayne podría salvarnos ya que había fallecido el 11 de junio.