Pues bien, esta semana en mi familia hemos sufrido un daño colateral de la famosa “desaceleración económica” para unos, o de la “profunda crisis” para otros. No, no se crean que yo ahora, porque me ha tocado en mis carnes voy a cambiar mi discurso. Ya lo dije en un anterior artículo, decir que no existe una “crisis” o como quieras llamarlo, seria una necedad por mi parte, pero que muchos empresarios, con la excusa, ya se sabe, “si puedo ahorrarme un sueldo, apretando a los demás trabajadores, con la excusa de la crisis, igual hasta gano más que el año pasado”……. Mi hermano Alejandro ha sido despedido fulminantemente de su empresa, él trabaja como oficial mecánico (el único de los 3 hermanos que ha seguido la profesión de nuestro padre) en un concesionario de una conocida marca de automóviles. Lógicamente, en tiempos de crisis, la gente que pensaba cambiar de coche o adquirir uno nuevo, en vista de las perspectivas y también, porque no decirlo, la dificultad que ponen los bancos ahora para conceder préstamos hacen que el sector del automóvil sea uno de los primeros en caer en picado. Yo por suerte o por desgracia, no me he visto nunca en la tesitura de verme sin empleo, por eso quizás no se realmente lo que se siente, pero al ver la cara de mi hermano cuando llego a casa, hizo sentirme tan mal que incluso esa noche me costo dormir. Afortunadamente le dije que tiene el máximo de subsidio de desempleo, que tiene una muy buena edad para encontrar trabajo (25 años), que afortunadamente no tiene cargas (ningún préstamo, ni a una familia que mantener), él tiene un pequeño capital ahorrado, que le van a dar una “justa” pero suficiente indemnización y lo más importante, que él es un estupendo mecánico y que cuando las cosas se mejoren algo, seguro que encontrará un buen trabajo (de hecho, ya tenia en su trabajo la categoría de “oficial mecánico de primera” cobrando el máximo de sueldo……con tan sólo 25 años, y teniendo compañeros bastante mayores que él a su cargo….). La esperanza es lo último que se pierde.
Pero en estos días además de esta pequeña tragedia familiar, yo me siento también victima de un daño colateral. Hoy, 20 de junio empiezan las “famosas y declaradas de interés turístico” Fogueres de Sant Joan, las fiestas por excelencia de la ciudad de Alicante, donde por cosas de la vida, tengo mi residencia habitual. Se que lo que voy a decir a continuación, en caso de leerlo algún paisano me va a crear bastantes enemistades, pero lo siento, es lo que opino. Estas fiestas son un autentico martirio para la paciencia del más templado. La historia de las Hogueras de San Juan (en castellano) es relativamente moderna, ya que las primeras datan de 1928 (este año se conmemora el 80 aniversario). La esencia de las fiestas es muy parecida o casi igual a las Fallas de Valencia (¡¡¡Sacrílego!!! Me dirán los expertos en Hogueras….compararlas con las Fallas), pero en realidad es la misma fiesta. En cada barrio se establece un “racó” que se ocupa de recaudar fondos para poner una Hoguera que no es más que unas figuras de cartón piedra, y que la noche del 24 al 25 de junio se quema en el ritual llamado “la cremá”. Las principales diferencias con las Fallas valencianas es que por cosas de la climatología, en marzo que es cuando se celebran las Fallas, a veces todavía hace frío y llueve, mientras que a finales de junio, estamos ya en verano. Y si a eso le añades que Alicante es una ciudad enteramente turística-playera, vamos, en otras palabras, que la playa esta integrada en la misma ciudad, con lo cual, la playa forma parte de la fiesta y el clima invita a estar más en la calle. Otra de las diferencias es que en Valencia, la gente bebe y come en sitios cerrados, llamados “Casales”. Aquí en Alicante, los racós montan lo que aquí llamamos “barracas”, que no es más que una calle cortada, con una entrada de cartón piedra, unas vallas metálicas, sillas, mesas y un escenario donde un grupo de música más o menos…….buenos…., toca los últimos éxitos musicales (llámese este año Chiki-chiki….por poner un ejemplo), todo esto hasta la permitida por las autoridades municipales hora de las 4.30 de la madrugada. Sobre las 8 de la mañana empieza todos los días la fiesta, ya que las comisiones de cada barrio, a esa hora, desfilan por sus barrios con la banda de música, con las “bellezas” (cada comisión de barrio elige a la Srta. más “guapa” del barrio, de entre todos los barrios y comisiones se elige a la “Belleça del Foc” que representa a todas las mujeres alicantinas, claro que hay algunas de deberían de salir con capucha para no asustar a los niños…..lo siento es que me caliento) y con un foguerer tirando petardos en lo que se llama “la despertá”. Y como no, se me olvidaba algo fundamental en una fiesta del levante español, pólvora, pólvora, petardos y petardos a todas horas, niños y no tan niños tirando petardos a discreción…..además de las famosas “mascletás” oficiales a las 2 de la tarde en una céntrica plaza de la ciudad. La noche del 24 a partir de las 24 horas, (ya día 25) se lanza desde el castillo se Santa Bárbara un magnifico fuego artificial (realmente eso si me parece fantástico) y a continuación se procede a quemar cada hoguera. Pero debido a gran número de hogueras y que para la “cremá” se necesita la asistencia de los bomberos de la ciudad, hay hogueras que las queman a las 4 de la madrugada o incluso más tarde. Pero lo mejor de esa noche es la tradicional “mojá” y es que mientras la hoguera se quema, los bomberos, manguera en mano, mojan los edificios colaterales a la misma, y claro, mojan a la gente agolpada en las calles viendo arder la hoguera. Pero claro, con los calores estivales, más el calor del fuego y porque no decirlo, el calor interno que da el alcohol ingerido, hace que la gente reclame de una forma muy respetuosa, cortes y elegante al bombero que la moje con su manguera (textualmente:”bombero, cabrón, hijoputa, maricón….”) Realmente fascinate……
Quizás me he hecho viejo de repente, yo he salido mucho en Hogueras, me he emborrachado miles de veces, me he mojado, he ido a las mascletás, pero no se que me ha pasado en los últimos años que no soporto esta ciudad en fiestas. El descanso en esos 5 días es literalmente imposible. El centro de la ciudad completamente tomado por los festeros, el caos circulatorio (imagínense, una ciudad pequeña con un índice de coches por habitante muy superior a la media, en condiciones normales difícil, en estos días con calles cortadas y el centro cerrado al tráfico….)es increíble y lo peor de todo es que es en toda la ciudad, que no es como en otros sitios, en que la fiesta esta en una parte en concreto de la ciudad. No, aquí es toda la ciudad la que esta así. Lo que más me molesta de todo es que la voluntad de los que quieren fiesta se impone a los que no quieren o no PUEDEN tener fiesta, pero además de una forma salvaje, indiscriminada y aberrante. Desde las 8 de mañana con la despertá, los niños a todas horas tirando petardos, y las barracas de turno hasta las 4.30 de la mañana (hora a la que quitan la música, pero entre que la gente empieza a marcharse y recogen y limpian, fácil las 6 de la mañana…..) y así durante 5 interminables días. En fin, yo me voy a quedar hasta mañana porque se lo prometí a Nicole, que son sus últimas Hogueras (este otoño regresa a su Irlanda natal) y el domingo me subo en un tren a buscar la paz y tranquilidad de un pueblecito de la provincia de Cuenca. Volveré el 25, cuando ya la paz haya vuelto a la ciudad.
Pd.: De parte de Victor, todos mis respetos al "cuerpo" de Bomberos de la Ciudad de Alicante, deseandoles unas felices Fogueres de Sant Joan.
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