jueves, 15 de enero de 2009

Ositos y ratoncitos

Queridos navegantes: En estos días de navidad y de recogimiento familiar, he tenido la oportunidad de ver alguna que otra película infantil, lógicamente, con dos sobrinas de 6 y 7 años, es casi obligado. Muchas de ellas eran de dibujos animados y en la mayoría, los personajes no eran humanos, sino animalitos.
Una cosa que me llama poderosamente la atención desde hace mucho tiempo es que esos personajes animales protagonistas, por supuesto, buenos, buenísimos, en un gran porcentaje son osos y ratones. Desde que Walt Disney allá por 1928 dibujo al ratón Mickey, el abanico de personajes ratoniles es inmenso: el ratón Jerry, Super-ratón, Speedy Gonzalez, Pixie y Dixie y más recientemente el protagonista de “Ratatoui” (disculpen pero no me quede con el nombre). En cuanto a los osos, pasa otro tanto, Winnie de Poo, el oso Yogui y su fiel amigo Bubú, la familia de osos montañeses, el osito Misha, y como no, los insufribles “osos amorosos”….

Verán yo de niño he disfrutado como todos (bueno, y aun sigo disfrutando de ellos) de estos personajes y esto que voy a decir a continuación puede parecer una contradicción. No entiendo como los creadores de los dibujos animados les puede parecer “gracioso, divertido o lo que sea” a un ratón. Verán, les tengo un pánico horrible a las ratas, a veces tengo pesadillas con que me muerde una rata. Las ratas han sido históricamente culpables de grandes epidemias, y hasta el famoso apagón de Nueva York en el año 1965 se debió a una de ellas. Mi padre me contaba que un antiguo jefe suyo, en un taller de coches que trabajaba de joven, de pequeño le había mordido una rata y a consecuencia de aquello, estuvo muy enfermo (les estoy hablando de los años 40). El caso es que una mañana, en aquel taller, se rompió una tubería y llegaron unos albañiles a arreglarla. Picaron la pared donde se alojaba la cañería y del hueco empezaron a salir un par de ratas grises, sucias y mojadas. El jefe de mi padre, histérico, se metió en uno de los coches que estaban dentro del garaje, lo puso en marcha y salio “chillando ruedas” como en una película policiaca. Imagino a ese señor no le haría mucha gracia una película de Mickey Mouse….
En cuanto a los osos, que quieren que les diga, no me producen el mismo efecto que las ratas, pero hay que tener en cuenta que los osos son unos animales de gran fortaleza y no seria extraño que en un encuentro en pleno bosque con un gran oso, saliéramos perdiendo, y por supuesto, lo que perderíamos no seria nuestra cesta de “emparedados”. En nuestro barrio tenemos una vecina que hace unos años tuvo por desgracia su momento de gloria en televisión y es que en un parque natural fue atacada por un oso. Si bien no es algo habitual, aquello tuvo mucha repercusión, ya que le desfiguro la cara y a punto estuvo de costarle la vida. Ese mismo oso que ataco a esta mujer un tiempo después ataco a otra persona causándole la muerte. A eso se le une el refrán tan español de: “el hombre y el oso, cuanto más pelo, más…..” (claro que seguro de esto último, mi amigo “Victor” les podría hablar de “sus osos peludos”….)
En resumen, yo soy amante de la naturaleza y seria incapaz de hacerle daño a un animal y creo que todos los animales merecen respeto…..pero ¿Por qué no eligieron a un gatito, a un perrito, a un periquito, a un borriquito en vez de a un osito o un ratoncito para hacer sus películas?

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