jueves, 12 de junio de 2008

1976 (III) Menos mal que nos queda Montreal

Esa primera semana santa sin Franco fue algo distinta. De alguna manera, en televisión, se “frivolizaba” un poco más de lo habitual, aunque tampoco es que hubiera cambios radicales. Recuerdo los programas musicales donde siempre aparecía el famoso “Ballet Zoom” dirigido por Valerio Lazarov. Todos aquellos bailarines empezaron a ser casi tan famosos como las estrellas a las que acompañaban en sus actuaciones.

En el mes de mayo, mientras yo estudiaba en el colegio y en los pasillos al salir de clase rezábamos “con flores a Maria” se estreno en España la polémica película “La naranja mecánica” Recuerdo haber oído hablar a mi padre y a mi tío sobre aquella película. Recuerdo ir en el coche con mi padre, y en la Avenida Benito Pérez Galdos, en las farolas, siempre ponían colgando la cartelera de los diversos cines. Entre las películas que recuerdo haber oído algo, sobre todo en el programa que hacían por la TVE-2, Revista de Cine, esta Taxi Driver. En la “segunda cadena” también más o menos por aquella época empezaron a poner muchas películas subtituladas que veíamos en casa. Sobre todo eran películas checoslovacas y polacas. También salio en los kioscos un periódico nuevo llamado “El País”, que mi padre lo compro en alguna que otra ocasión.

Aprobé más o menos bien el curso, gracias a los mimos de Doña Margarita (un cielo de profesora y de persona, todavía cuando nos ve a mi madre y a mi por la calle, nos saluda efusivamente…) Mi hermano Fernando afortunadamente tuvo una rápida recuperación, aunque a partir de entonces, a él también empezaron a darle ataques de asma, con lo cual, yo perdí un poco el protagonismo de “hijo enfermo” que tenía hasta la fecha. Incluso mi madre cuenta la anécdota que mi hermana Elisa, un tiempo atrás, fingía de vez en cuando estar enferma, para llamar la atención. Elisa siempre ha sido, físicamente hablando, una persona muy fuerte.

Ya en junio, en las fiestas de nuestra ciudad, se notaba ese ambiente de cambios. Los ninots ya empezaban a mostrar distintas partes de la anatomía femenina. Opulentos escotes y algún que otro pezón incipiente….En esa época fue cuando empezaron los Juegos Olímpicos de Montreal. Fueron quizás los primeros juegos olímpicos de los que tengo conciencia, ya que los anteriores de Munich en 1972, no los recuerdo. De lo que más me acuerdo es de una gimnasta rumana llamada Nadia Comaneci. Me acuerdo también de aquellas carteras de polipiel con el escudo olímpico y la reseña de Montreal 1976.

El primero de julio estábamos todos comiendo en casa, viendo el telediario cuando dieron la noticia de que el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, dimitía. Yo lo recordaba de cuando salio medio llorando anunciando la muerte de Franco. Unos días después, salía la noticia del nombramiento del nuevo presidente: Adolfo Suárez. Recuerdo que aquellos días en televisión hicieron una campaña para dar a conocer al nuevo presidente. Era un hombre joven, bien parecido, y las imágenes que aparecían en televisión le daban un toque de persona normal, tan alejada de aquellos señores grises que hasta entonces aparecían en televisión. Recuerdo incluso unas imágenes en donde Adolfo Suárez entraba en el garaje de su casa, conduciendo él mismo un modesto SEAT 127. No se, quizás al escribir estas palabras me condicionen los hechos que pasaron después, pero creo recordar que aquel señor me cayo bien, me era simpático.



Cada dos por tres, nuestro viejo televisor se estropeaba. Mi padre avisaba a un amigo suyo, técnico llamado Mario. Aquel hombre, algo gordo y cojo nos arreglaba el televisor que ya tenia demasiados años. Me acuerdo de la furgoneta Citroen 2 Cv que tenia.

Aquellos primeros días de verano los pasamos jugando en el campo de fútbol que teníamos delante de casa y haciendo excursiones al descampado que había al lado de aquel campo. Llegábamos casi hasta una especie que tubería gigante, cerrada, que provenía de la fabrica Cross. Íbamos también a la playa que teníamos al lado de casa, cruzando la carretera general. En aquella época veía con mi padre el programa Mas allá, que trataba sobre temas ocultos. Aquello de los ovnis me llamaba poderosamente la atención. Me pasaba las horas mirando al cielo esperando tener un encuentro en la tercera fase….En esos días también oí por televisión que una nave no tripulada de la N.A.S.A., la Viking I, había aterrizado con éxito en Marte….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya extrañaba venir de visita por tu blog. Como siempre, grandes anécdotas...gracias.